Estados Unidos ha impuesto aranceles adicionales al comercio chino. En pocas palabras, cuando los productos chinos quieren ingresar al mercado estadounidense, deben pagar impuestos de importación más altos que antes. Esta práctica esencialmente aumenta el precio de venta de los productos chinos en el mercado estadounidense y reduce su competitividad. A medida que los precios aumentan, los márgenes de ganancia de los productos chinos se reducen y los consumidores estadounidenses pueden cambiar a productos de su propio país o de otros países debido a los precios más altos. En este caso, los ingresos fiscales del gobierno estadounidense aumentarían, lo que se considera un beneficio indirecto para la economía estadounidense. La implementación de políticas arancelarias se basa en el sistema arancelario aduanero de cada país, que es un conjunto detallado de regulaciones y catálogos de clasificación de productos básicos, incluida información sobre tasas impositivas. La tabla de tipos impositivos es la parte central del arancel y enumera la clasificación de los productos, los números impositivos y los tipos arancelarios correspondientes. Por tanto, los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos no sólo afectan las relaciones comerciales, sino que también afectan directamente los precios de las materias primas y los ingresos fiscales del país.