El "poder absoluto" en sí mismo no importa bien o mal, bien o mal, éxito o fracaso, bien o mal, alto o bajo, pros o contras. La clave es ver cómo aquellos que ostentan el "poder absoluto" utilizan este "poder absoluto".
Cuando el "poder absoluto" está en manos de gente buena, sucederán cosas buenas.
Cuando el "poder absoluto" está en manos de gente mala, sucederán cosas malas.