Los recuerdos de la infancia son especialmente bellos y muy puros.
1. Paletas
Cuando era niña, cuando llegaba el verano, quería comer una paleta fresquita. La gente que compra paletas heladas hace sus propias cajas de madera, las envuelve en algodón como aislamiento, las coloca en la parte trasera de sus bicicletas y recorre los pueblos gritando sobre ellas. En el pasado, las paletas heladas no tenían empaque, eran solo una paleta cuadrada cuando se sacaban, a diferencia de los diversos sabores, formas y empaques actuales. Las paletas en ese momento eran principalmente paletas de agua, y más tarde también hubo paletas de leche y frijoles adzuki. De hecho, existe una capa muy fina de piel de leche.
2. Semillas de melón
En aquella época, las semillas de melón eran baratas y se podían comprar muchas por diez centavos. Cada vez que me vuelvo codicioso, voy en secreto a la cantina y compro diez centavos, con los que puedo llenar mi bolsillo. En aquella época toda la ropa tenía bolsillos y los niños no hacían nada sin bolsillos.
3. Palomitas
Cuando era niño, los vendedores de palomitas arrastraban una bolsa de tela detrás de una bicicleta con muchas palomitas en forma de palos insertadas en la bolsa. Cuando lo recuerdo, me costó cinco centavos la pieza. ¡Era bastante largo y lo dividí en varias secciones para ahorrar en comer!
4. Higos
Los higos cuestan 1 céntimo el paquete. Son pequeños, pero llevan mucha infancia y amistad. En ese momento, buenos amigos, ustedes tenían uno, yo tenía uno y cada uno de ustedes tenía uno. Todos disfrutaron de los deliciosos higos y hablaron de los dibujos animados que veían por las noches, llenos de dulzura e inocencia infantil.