Hay un dicho que dice que los hombres deben ser crueles consigo mismos.
Puedes ser bondadoso cuando deberías serlo, pero debes ser cruel cuando deberías ser cruel.
Eres un cobarde cuando te toca actuar. Cuando te tocó ser fuerte, fuiste tímido.
Eso definitivamente no es posible. Sé duro contigo mismo y tolerante con los demás.
Sé amable con las mujeres y accesible con los niños.
Ya es suficiente.