Esperó noventa y nueve días y se dio por vencido el último día.

99 días de perseverancia fracasaron el último día. Un chiste muy popular: a un chico le gusta una chica, y la chica dice que si el chico puede confesarle su amor abajo durante 100 días consecutivos, Entonces la chica estará de acuerdo con él. El niño vino a la casa de la niña todos los días, llueva o haga sol, durante 99 días. Sin embargo, al día 100, el niño no volvió a aparecer y su historia terminó. Para tal final, la razón dada por el chico es: uso 99 días para demostrarte que te amo lo suficiente, y uso el último día para renunciar a ti que no me amas. No quiero que estés conmigo porque estás conmovido. Lo que quiero es que estés con la persona que amas.

Y las chicas tendrán esta idea: estos 100 días son tu promesa para demostrar que me amas, 99 días de perseverancia demuestran que me amas, y rendirte el último día demuestra que no ámame lo suficiente. La perseverancia es valiosa, pero el amor es más valioso

Cuando la niña pidió 100 días para confesar su amor, el niño los aceptó. Cuando los niños aceptan esta petición, estos 100 días ya no serán una petición unilateral de las niñas, sino un compromiso entre niños y niñas, y una meta que los niños deben completar.

Esto es como fijarse una pequeña meta. Está trabajando duro por sí mismo y persistiendo por sí mismo. Cuando alcanza la meta, no ha completado la tarea que le asignaron los demás, pero la ha logrado. .Lograr las metas que te propongas. En este punto, ya no es tan importante si la chica está dispuesta o no, porque has descubierto un yo mejor a través de la perseverancia y tienes tiempo suficiente para pensar si la chica frente a ti es alguien a quien quieres amar y apreciar de por vida, o es sólo una alegría temporal.