Es obvio que el impacto de la epidemia en la economía mundial será enorme, y un gran número de personas se verán afectadas por la epidemia y sufrirán grandes pérdidas económicas. Creo que los aspectos específicos se pueden discutir a partir de los siguientes aspectos.
En primer lugar, la epidemia ha provocado que decenas de millones de personas en todo el mundo se infecten con COVID-19, y este número seguirá aumentando rápidamente durante mucho tiempo. A juzgar por esta situación, un gran número de personas y familias sufrirán grandes pérdidas. Todos sabemos que después de contraer COVID-19, el cuerpo tendrá síntomas evidentes: fiebre, tos y otros síntomas que pondrán en peligro la vida si no se tratan a tiempo. Algunas personas también tendrán secuelas después del tratamiento. Entonces, lo que podemos predecir es que estas personas infectadas y las familias detrás de ellas sufrirán un duro golpe. Cientos de miles han muerto y decenas de millones han resultado infectados, lo que sin duda empujará a las familias responsables de la mayoría de las muertes a la pobreza extrema. Además, el número de personas infectadas en países pobres como Brasil e India ha alcanzado varios millones, lo que sin duda es extremadamente malo. La epidemia seguirá expandiéndose y las personas infectadas seguirán empeorando sin un tratamiento eficaz, lo que también empeorará. Mucha gente sufre. Una parte de la población es más pobre.
La segunda es que la epidemia ha causado un impacto insoportable en la economía globalizada. Por ejemplo, la quiebra de aerolíneas, el cierre de tiendas de muchas empresas establecidas e incluso el cierre de algunas universidades en Estados Unidos. Es previsible que la epidemia provoque un desastre en las empresas de muchos países, ya sea un golpe directo o indirecto, las empresas bastante grandes no podrán sobrevivir a este frío invierno. Lo que sigue es una ola de desempleo, aumento de precios y otros impactos negativos. Por ejemplo, algunos países han quebrado durante esta epidemia. Por tanto, en este caso, el desempleo, la inflación, la inestabilidad política y otros factores también harán que muchas personas caigan en la pobreza extrema.
Finalmente, este anuncio del Presidente del Banco Mundial en realidad llama a todos los países a unirse para ayudarse unos a otros, con la esperanza de que en el contexto de la globalización económica, todos puedan trabajar juntos para estabilizar el desarrollo económico, lo cual es la llamada Humanidad tiene un destino unificado. No dejemos que la tragedia de que 100 millones de personas regresen a la pobreza extrema se haga realidad.