Cuando un niño dice que tiene convulsiones, significa que de repente hizo algo extraño, o tomó algunas decisiones que le resultaron ridículas. Este comportamiento suele presentarse sin previo aviso y, a veces, los niños no pueden controlarse. Un niño con convulsiones puede hacer algunas cosas que ni siquiera sus amigos homosexuales pueden entender, pero esto es sólo temporal y volverá a la normalidad después de un tiempo.
Algunos niños pueden tener convulsiones cuando están bajo gran presión por el estudio o emocionalmente frustrados. Tener convulsiones es una forma de desahogar las emociones, lo que puede hacer que los niños se sientan relajados o aumentar instantáneamente su felicidad. Pero vale la pena señalar que esta no es una forma saludable de resolver problemas y que los niños necesitan encontrar mejores formas de regular sus emociones.
En la vida universitaria, las convulsiones son más comunes entre los niños. Desde bailar en cuadrilla hasta vestirse como una niña, hay muchas formas diferentes para que los niños tengan relaciones sexuales. Pero si las convulsiones causan daño físico o afectan la vida normal de otras personas, es necesario detenerlas a tiempo. Dado que las convulsiones son un comportamiento momentáneo, también debes considerar los sentimientos de los demás y detenerte con moderación.