Hay otro lado de ese espía: Erika, una ama de casa común y corriente que se puede ver en todas partes, tiene un "secreto" que no puede contar, es decir, que una vez fue agente secreto del Gabinete de Investigación de Inteligencia. Oficina, es decir, los llamados espías. Erika ahora se ha retirado de la industria del espionaje y ha formado una familia feliz con su marido asalariado y su hijo de jardín de infantes. Sus padres, familiares e incluso su marido y los hijos que vivían con ella no sabían que había sido una espía. Sin embargo, un día, Totsuka, su antiguo jefe de la era de los espías, la visitó repentinamente y le pidió que la ayudara a resolver disputas civiles. Aunque Erika, que antepone a su familia, rechaza el asunto, Totsuka amenaza con exponer su secreto y la semi-obliga a usarla para sus propios fines.
¡Cara de madre llena de amor y cara de espía fría!