1. Deja ir la presión
Como estudiante de último año de secundaria, la presión es inevitable, pero no dejes que la presión te pese por mucho tiempo. Debes saber convertir la presión en fuerza motriz, aprender a ser alegre y quererte bien a ti mismo. La mejor manera de liberarse del estrés es posicionarse de manera efectiva y precisa, reducir moderadamente las expectativas y eliminar gradualmente el estrés mientras trabaja duro para crear metas. 2. Deja ir las preocupaciones
Como estudiante de secundaria, es normal tener preocupaciones en el corazón, pero no debes permitir que las preocupaciones se conviertan en un hábito. Debemos resolver nuestra angustia interior sobre la base de una plena conciencia ideológica. La mejor manera de resolver el problema es tratarse a sí mismo correctamente y aliviar el problema mediante una experiencia emocional completa. Es necesario comprender correctamente que la angustia por sí sola no puede resolver el problema. Sólo cambiando la visión de uno mismo se puede eliminar la angustia. Aprenda a transferir sus preocupaciones a través de la comunicación y la comunicación, y olvídese de sus preocupaciones mientras se concentra en aprender. 3. Dejar de lado el complejo de inferioridad
Los estudiantes que no están satisfechos con los resultados de sus exámenes, a menudo desarrollan un sentimiento de complejo de inferioridad. Inferioridad significa menospreciarse a uno mismo y no tener confianza en uno mismo. Este es también el mayor obstáculo para mi desarrollo. Imagínate que si te menosprecias a ti mismo, ¿es difícil para los demás menospreciarte? Sólo la confianza en uno mismo puede resolver el complejo de inferioridad. Aclare las metas con confianza en uno mismo, diga adiós a la inferioridad en el trabajo duro y evite la inferioridad en las ganancias. 4. Deja de lado la pereza
No tengas miedo de las malas habilidades básicas. Lo peor es tener miedo de caer en la tentación pero no actuar. Una vez que las personas tienen plasticidad, no tienen iniciativa y lo que sigue es una sensación de dependencia. Lo peor es que es muy fácil aprender a ser perezoso pero difícil aprender a ser diligente. Una vez que la pereza se convierte en un hábito, es difícil cambiarla. Dejar de lado la pereza significa usar las manos y el cerebro, comenzar con cosas simples y fáciles, para tener algo urgente que hacer todos los días, decir adiós a la plasticidad y estimular la iniciativa de aprendizaje en un aprendizaje rico. 5. Deja de quejarte
La revisión de la escuela secundaria representa trabajo duro y competencia desde el principio. Con trabajo, entrenamiento y exámenes regulares, es posible que puedas quejarte en secreto. Pero asegúrese de no dejar que quejarse se convierta en un hábito. Quejarse no ayuda a resolver todos los problemas y sólo puede aumentar aún más la angustia en su corazón. Es poco probable que cambie el estado actual de su revisión del último año, solo puede ajustar su estado mental. Responde con una actitud positiva e intégrate con una actitud razonable. A medida que cambie el tiempo, sin darte cuenta te despedirás y te quejarás. 6. Deja de dudar
En el proceso de revisión del tercer año de secundaria, en muchos casos, debes tener confianza en tu propia determinación. Mientras creas que vale la pena hacerlo, atrévete a pensar y hacerlo. No pierdas el tiempo limitado en dudas, sino gana un tiempo valioso en determinación. La vacilación es terminación, la vacilación es consumo.