Mientras la Armada japonesa discutía interminablemente sobre la guerra en Hawaii, la situación internacional cambió dramáticamente. El 22 de junio de 1941, Alemania rompió el tratado y descaradamente lanzó tropas para invadir la Unión Soviética, y estalló la guerra soviético-alemana. El 2 de julio, el emperador celebró un Consejo Imperial y estableció la política de expansión hacia el sur contra los países británicos y americanos. 28 de julio; 40.000 tropas japonesas desembarcaron en el sudeste asiático y pronto ocuparon Saigón y la bahía de Cam Ranh. La política de Japón hacia el sur perjudicó directamente los intereses de Gran Bretaña y Estados Unidos. Gran Bretaña anunció la abolición del Tratado de Comercio y Navegación entre Japón y Gran Bretaña, y Estados Unidos ordenó un embargo contra Japón y congeló los activos japoneses en Estados Unidos. Nueva Zelanda y otros países también tomaron medidas de represalia. Esta serie de cambios en la situación internacional hicieron de la guerra entre Japón y Estados Unidos una tendencia inevitable.