Esta es en realidad una historia de amor. Ni siquiera 400 años pueden desgastar el amor. Si un día estás caminando en el vasto mar de gente, y de repente un hombre bien vestido se detiene frente a ti y escupe una frase de su boca que está fragante a rosas carmesí: Mi amor, he estado buscándote desde hace cuatrocientos años. Entonces, creo que lo seguirás sin dudarlo, incluso si es un vampiro que Dios no puede tolerar.