Síntomas y diagnóstico del síndrome de Tourette

Muchas personas presentan tics simples, como parpadear repetidamente. Esta es una acción habitual que puede desaparecer por sí sola. Los tics del síndrome de Tourette son más complejos que los movimientos de parpadeo. Los niños con síndrome de Tourette pueden girar repetidamente la cabeza de un lado a otro, parpadear con frecuencia, abrir la boca y extender el cuello. Los movimientos más complejos incluyen golpes, patadas, gargantas, resoplidos y gruñidos. Pueden ocurrir comportamientos o palabras obscenas, generalmente durante las conversaciones. El paciente puede repetir palabras o frases que acaba de escuchar (habla imitativa). Algunos pacientes pueden suprimir temporalmente ciertos tics, pero les resulta difícil. Otros tienen dificultades para controlar sus tics. Los tics pueden volverse más frecuentes y notorios durante momentos de agitación emocional.

En el pasado, los pacientes con síndrome de Tourette eran a menudo discriminados en la sociedad. Están encerrados o aislados. La gente incluso pensaba que estaba poseída por el diablo. Muchos pacientes desarrollan conductas obsesivas, agresivas y autolesivas. Los niños suelen tener dificultades de aprendizaje. No está claro si estos fenómenos son causados ​​por la enfermedad misma o por el estrés mental causado por la enfermedad.