En países extranjeros, si hay fuegos artificiales y petardos, también harán estallar fuegos artificiales y petardos para celebrar ciertos eventos festivos. Los fuegos artificiales y los petardos son artículos fabricados con polvo pirotécnico como materia prima principal. Después de la ignición, se queman o explotan para producir luz, sonido, color, forma, humo y otros efectos. Se utilizan para observar y son artículos inflamables y explosivos. El principal daño al medio ambiente causado por los fuegos artificiales y petardos es la contaminación del aire y. Debido al componente de pólvora en los fuegos artificiales y petardos, si la persona que los enciende no sigue las regulaciones pertinentes o enciende productos ilegales, puede provocar accidentes de seguridad. Ya sea Año Nuevo o un festival, una boda, un ascenso en la escuela, la finalización de un edificio, la apertura de una tienda, etc., siempre que sea una celebración, la gente está acostumbrada a disparar petardos para celebrar. . Esta costumbre tiene una historia de más de 2.000 años en nuestro país. Se ha registrado que el primer día del primer mes lunar, cuando el gallo canta por primera vez, todos se levantan uno tras otro y lanzan petardos en sus patios para ahuyentar a los malos espíritus. En aquella época no había pólvora ni papel, por lo que la gente lo quemaba con fuego para hacerlo explotar y emitir sonidos para ahuyentar al dios de la plaga. Aunque esto era sólo una superstición, reflejaba el deseo de paz y tranquilidad de los antiguos. Según la leyenda: En la antigüedad, había un monstruo llamado "Nian", que era extremadamente feroz. "Nian" vive en el fondo del mar y sólo sube a la orilla cada Nochevieja para devorar ganado y dañar vidas humanas. Se dice que "Nian" le teme más al color rojo, al fuego y a las explosiones. A partir de entonces, cada Nochevieja, cada familia colocaba coplas rojas y encendía petardos para ahuyentar el año nuevo.