Si está en casa los fines de semana, puedes llamar a su puerta para pedir prestado algo y entrar y sentarte un rato. Sólo pídeme que te preste un poco de salsa de soja, sal o algo así. El próximo fin de semana llamaré a la puerta y entraré y me sentaré un rato con la misma excusa de devolver las cosas! ¡De esta forma te resultará familiar una y dos veces! Poco a poco hubo más visitas. A ella también le gustas. ¡Esfuérzate por casarte lo antes posible! ¡Envejezcamos juntos! :