No, en realidad fue Wendy quien pensó mal. No pensó en el asesino, pero cuando vio al hombre del almacén al final de la fiesta de fuegos artificiales, de repente se dio cuenta del indicio de su propia muerte: la ropa que Wendy llevaba en la foto era McKinley, y el nombre del hombre del almacén. Resultó ser Ian McGinley, y ya era su turno en el orden de muerte antes de que apareciera el hombre del almacén. Por eso pensó que el hombre del almacén era el asesino. Pero la idea de Wendy también tenía algunos fallos: el encargado del almacén murió más tarde, pero ¿qué pasa con el posterior accidente del metro? ¿Por qué no quiere ir a la Muerte? Wendy es la única en la trilogía Death Comes que no cree ni piensa en el plan de muerte de la Muerte. Ella solo descubrió la ley de la muerte.