Quizás el propio Klay Thompson no esperaba que la marca china Anta, de la que oyó hablar por primera vez hace dos años, desencadenaría un carnaval social con él en el verano de 2017.
Lucha libre "incómoda" de 360 grados, baile en cuadrilla con tías chinas, comer tofu apestoso y disfrutar de las bicicletas... Thompson regresó a Estados Unidos después de su viaje a China, pero se quedó en seis ciudades chinas. Esos recuerdos "especiales" aún siguen fermentando en las redes sociales.
Cada verano fuera de temporada, China se convertirá inevitablemente en la "tierra de la fiebre del oro" visitada por las estrellas de la NBA. Sin embargo, a diferencia de los "grandes espectáculos" anteriores donde las superestrellas simplemente veían el espectáculo, Thompson no solo trajo un campeonato. Para los fans chinos, el aura trae consigo una rara sensación de intimidad.
Un viaje así a China no sólo es un éxito para Thompson, sino también para las marcas chinas. Quizás por eso, esta "marca deportiva número uno del país" está dispuesta a ofrecer un contrato de patrocinio de 10 años con un valor total de hasta 80 millones de dólares estadounidenses.