¿Por qué Buda no me bendijo cuando le oré?

Los budas y bodhisattvas enseñan a las personas cómo escapar del sufrimiento, obtener la felicidad, buscar la buena fortuna y evitar la desgracia. Los individuos deben seguir estos ideales para lograr resultados. ¿Cómo puede ser eficaz si sólo te concentras en la forma sin practicar? Si rezas a Buda y le pides ayuda, Buda y los Bodhisattvas te bendecirán. ¿No son los Budas y los Bodhisattvas como aquellos que reciben tarifas de protección? Al estudiar budismo, debes tener fe verdadera y no ser supersticioso. Es mejor estudiar el Dharma seriamente y seguirlo. De esta manera todo irá bien.

Déjame contarte una historia sobre cómo salvé mi vida. Espero que te inspire.

Un creyente se escondía de la lluvia bajo el alero y vio a un maestro zen caminando sosteniendo un paraguas, así que gritó: '¡Maestro zen! ¡Salvemos a todos los seres sintientes! ¿Qué tal si me llevas? ’

El Maestro Zen dijo: ‘Estoy bajo la lluvia y tú estás bajo los aleros, pero no llueve debajo de los aleros, así que no necesitas que te salve. ’

El creyente inmediatamente salió del alero, se paró bajo la lluvia y dijo: ‘¡Yo también estoy bajo la lluvia ahora, es hora de salvarme! '

Maestro Zen: 'Yo también estoy bajo la lluvia, y tú también estás bajo la lluvia. Yo no estoy atrapado en la lluvia, porque tengo un paraguas; no hay paraguas. Entonces no soy yo quien te salva, sino el paraguas que me salva. Si quieres ser salvo, no tienes que buscarme, ¡busca tu propio paraguas! ’

¡Después de eso, se fue! Explicación

Si tienes un paraguas, puedes evitar quedar atrapado en la lluvia. Si tienes la verdadera naturaleza de Buda, no debes dejarte engañar por los demonios. En los días de lluvia, no llevo paraguas y quiero que otros me ayuden. Cuando no encuentro mi verdadera naturaleza, quiero que otros me salven. ¿Cómo puedes estar satisfecho si no utilizas tus propios tesoros y sólo piensas en los demás? Se salva a sí mismo con su propio paraguas, salva su propia naturaleza y busca todo de sí mismo. El maestro Zen se niega a tomar prestado el paraguas. Ésta es la gran misericordia del maestro Zen.