El propósito es comunicarse con los dioses y obtener sus bendiciones. A los ojos de los adoradores, esto es algo normal y no un crimen. Los sacrificios humanos ocurrían en la antigüedad. Por ejemplo, cuando enviaba tropas en la antigüedad, el ejército podía utilizar personas vivas para sacrificar la bandera. En la dinastía Zhou occidental y el período Shangtang, más distantes, el sacrificio humano era sólo una forma de sacrificio. En esa época, cuando las actividades de sacrificio todavía eran muy populares, tales sacrificios humanos solo sacrificaban a una persona, pero también podían comunicarse con los dioses y recibir su protección. Creían que el acto del sacrificio humano era muy digno de reconocimiento.
La gente de aquella época no pensaba que hubiera nada malo en esto y, debido a los diferentes métodos de sacrificio humano, a veces se aplicaban castigos muy crueles a personas vivas. Las personas vivas morían entre dolor y tortura, y eran utilizadas en actividades de sacrificio después de la muerte. Por supuesto, tales rituales de sacrificio no sólo han ocurrido en China, sino también en los países occidentales.
A los ojos de esas personas, este tipo de sacrificio humano, aunque se realiza a expensas de vidas humanas, no es algo malo. Nunca dirían que se están tomando la vida humana a la ligera. Por el contrario, también aconsejarían a los gobernantes que encontraran más personas vivas. Mientras mayor sea el número de sacrificios, la comunicación con los dioses será más fluida y será más fácil obtener la protección de los dioses.
Quienes organicen y lleven a cabo actividades de sacrificio solo sentirán que se están comunicando con los dioses y han hecho grandes contribuciones al país. De esta manera, el país estará misteriosamente protegido, próspero e inmortal. Por supuesto, con el desarrollo continuo del sistema feudal, la adoración de los dioses por parte del pueblo pasó a ser la adoración del emperador. Las actividades de sacrificio humano son relativamente raras. Pero a veces, cuando se envían tropas a luchar, las cabezas del enemigo se utilizan para sacrificar la bandera. Esto puede considerarse como una forma de sacrificio humano, pero el propósito del sacrificio es en realidad similar a comunicarse con los dioses y recibir protección. Es rezar para que el ejército gane la batalla.
En general, los pueblos antiguos que utilizaban sacrificios humanos creían que este método de sacrificio podría permitir a los dioses apreciar la sinceridad de las personas y bendecirlas aún más.