La Sra. Yang Jiang dijo una vez: "Tu problema es principalmente que estudias muy poco y piensas demasiado". Sí, innumerables problemas en la vida también se deben a que piensas demasiado y haces muy poco.
Pensar demasiado implica imaginarse sintiendo una determinada emoción. Y el pensamiento no tiene emociones.
Las investigaciones han descubierto que las personas que piensan demasiado segregan demasiada dopamina. El papel de la dopamina en el cuerpo humano es más bien el de "mensajero". Actúa sobre la percepción de las personas, permitiéndoles percibir más.
El exceso de dopamina puede provocar sobretensión, sobrereconocimiento y sobrepercepción.
Demasiada poca dopamina puede provocar depresión.
Cuanto más piensas, menos haces. La razón es que la gente necesita fuerza motriz para hacer cualquier cosa. Como piensas demasiado, creas algún tipo de imaginación en tu cerebro, y demasiada percepción te autohipnotizará para que realmente lo creas, lo que te impulsará a producir ciertas emociones. Alcanzar la autosatisfacción en el cerebro consume toda motivación. Estar feliz, enojado, miserable, etc. de antemano no tendrá fuerza impulsora cuando llegue el momento de hacerlo.
Para superar el pensamiento excesivo, hay dos formas: vigilancia + bloqueo
Captar cada fuente de emoción; analizar la causa de la emoción; descubrir si es imaginación o pensamiento;