Después de 1998, a los militares ya no se les permitió participar en la producción y operaciones corporativas. Algunas empresas fueron entregadas a los gobiernos locales de forma gratuita, pero algunas fueron retenidas y renombradas como servicios pagos. Por ejemplo, un determinado hotel ahora se llama una determinada casa de huéspedes, que en realidad tiene un nombre diferente.
También hay cosas como alquilar locales, hacer negocios con espadas, etc.