El trabajo es fuente de riqueza y fuente de felicidad. Los hermosos sueños en el mundo se realizan mediante el trabajo; todo el brillo de la vida se crea mediante el trabajo.
Las personas no sólo dependen del trabajo para satisfacer las necesidades más básicas de supervivencia y realizar la creación y acumulación de riqueza social, sino que también, fundamentalmente, deben, en última instancia, realizar la esencia de la libertad humana a través del trabajo.
Por tanto, en opinión de Marx y Engels, el trabajo no sólo crea al hombre mismo, no sólo significa la objetivación del poder esencial del hombre, sino que también el trabajo verdaderamente libre constituirá la primera necesidad del hombre.
La continuación de la vida diaria es inseparable del trabajo, y la realización de una vida mejor depende aún más del trabajo diligente y eficiente.
En el proceso de trabajo, las excelentes habilidades y la cooperación activa son particularmente importantes. En este sentido, el trabajo no sólo crea riqueza, sino que también cultiva la virtud. Por tanto, el trabajo es fuente de riqueza y fuente de felicidad.