Mi tío y mi suegro vinieron a la casa como invitados al mismo tiempo. ¿Quién debería sentarse a la cabecera de la mesa?

En el pasado, el estatus social de mi tío era muy alto. Si había problemas importantes en la familia, como matrimonio y funeral, separación de hermanos y hermanas, conflictos familiares, etc., debía preguntarle a mi tío. familia para acoger el plan y discutirlo. Hay un dicho: "Dios del trueno en el cielo, gente en la tierra", podemos ver que el tío tiene un estatus respetuoso en el corazón de la gente.

¿Has visto alguna vez a un abuelo faltando el respeto a los trillizos en una serie de televisión? Esto puede deberse a que es extranjero, no participa en disputas familiares, es capaz de defender la justicia y manejar tareas familiares complejas de manera justa y, por lo tanto, es respetado. Incluso hoy en día, cuando los sobrinos se casan, la gente suele dejarlos en la primera página del libro de eventos felices y en la primera mesa de la fiesta de bodas. Desde esta perspectiva, tengo un estatus alto. Si el tío fuera un invitado, por supuesto te pediría que te sentaras en lo alto de la mesa.

Es hermano de su madre y su suegro es el padre de su mujer. Aunque también es extranjero, merece un respeto especial porque es un anciano especial. Si quieres hablar de la antigüedad, tu suegro y tu tío deben ser la misma persona. También son hermanos. Parece que el estatus de las dos personas es igual. Si tu suegro viene de visita, él también debería sentarse.

Debido a que hay muchas personas en el campo que son más detalladas sobre la organización por antigüedad, si el arreglo no es bueno, la otra parte no estará contenta y pensará que los jóvenes no comprender las reglas y los modales Por lo tanto, surge la pregunta: ¿cómo logras conseguir el primer asiento en la mesa si tú y tu suegro vienen a la casa al mismo tiempo?

Con todo, aunque esta etiqueta moral parece algo trivial en la humilde vida familiar. Sin embargo, puede reflejar las cualidades espirituales de las personas de buscar la civilidad, observar la etiqueta y respetarse mutuamente en asuntos triviales similares. Por lo tanto, en nuestra vida diaria, aún debemos promover la civilización, la moralidad, el respeto mutuo y convertirnos en personas educadas.