1. Almacenamiento en el frigorífico: Las calabazas sin consumir se pueden conservar en el frigorífico durante unos tres días. El tiempo total no debe exceder los 5 días. Si notas que el calabacín ha cambiado de sabor o está un poco pegajoso. significa que la calabaza se ha echado a perder y ya no se puede comer.
2. Blanquear y congelar para guardar: Después de cortar la calabaza en la forma deseada, blanquearla en agua para eliminar la humedad, ponerla en una bolsa de plástico limpia y guardarla en el frigorífico. Déjalo en la habitación, y cuando quieras comerlo, sácalo y hiérvelo en agua caliente para recuperar su sabor.