Moscú cayó tres veces en la historia. La primera vez que los mongoles capturaron Moscú, cuando era sólo una pequeña ciudad. Fueron los mongoles quienes convirtieron Moscú en una fortaleza militar. La segunda vez, los crimeos capturaron Moscú, y Moscú fue quemada hasta los cimientos por los crimeos. La tercera vez los polacos capturaron Moscú y el zar Vasily IV fue capturado.
Salvo estas tres veces, Moscú se ha mantenido en pie. Ni Napoleón ni Hitler lograron esta hazaña.