1. Materias primas: 1 kilogramo de maní, 0,5 kilogramos de azúcar blanca, 50 gramos de aceite de maní.
2. Freír los cacahuetes a fuego lento, pelarlos y dividirlos en dos mitades.
3. Vierte el aceite en la olla. Cuando el aceite esté caliente, añade el azúcar y continúa volteando la arena. Después de que se haya derretido todo el azúcar, vierte el maní en la olla y mezcla con el azúcar.
4. Colocar la mezcla de maní y azúcar en una caja rectangular mientras esté caliente (lo mejor es aplicar aceite en el fondo para evitar que se pegue al fondo). Use una espátula para aplanarlo y apretarlo (las cuatro esquinas deben presionarse más fuerte). Después de 5 minutos, voltee el plato y vierta el caramelo de maní sobre una tabla limpia.
5. Cuando el azúcar empiece a endurecerse pero aún esté tibio, córtalo en rodajas finas con un cuchillo y espera hasta que se enfríe por completo.