No. Según la red de consultas meteorológicas, unas precipitaciones demasiado fuertes pueden tener un cierto impacto en el motor del avión y afectar a su rendimiento, lo que supone un riesgo para el vuelo del avión. Incluso en casos graves, puede provocar directamente problemas como el calado del motor. Cuanto mayor sea la lluvia, mayor será la corriente descendente y mayor será la probabilidad y magnitud de la pérdida de altitud. Es por eso que los aviones no despegarán ni aterrizarán en condiciones de lluvia intensa o intensa. Si hay una fuerte tormenta, la aerolínea retrasará la hora de salida del avión según la situación específica y esperará hasta que la lluvia amaine un poco antes de despegar.