En agosto de 2014, el "Estado Islámico" invadió de nuevo y ejecutó a 500 yazidis, la mayoría de ellos asesinados a tiros al azar, y algunos fueron decapitados con sables, les cortaron las manos y los pies y los clavaron en cruces. Murieron, fueron colgados con cuerdas y muchos otros fueron enterrados vivos. Un gran número de mujeres fueron violadas y asesinadas, y más de 300 mujeres y niñas fueron capturadas y serán revendidas o convertidas en prostitutas militares o esclavas sexuales. Decenas de miles de yazidíes también fueron asediados en el monte Sinjar y al menos 56 niños murieron de deshidratación.