Treinta años de arduo trabajo como viajero, viajando de ida y vuelta entre mi ciudad natal y Shanghai, experimentando dificultades y entregando recuerdos a familiares en ambos lugares. Es concienzudo, trabajador, dedicado a sus deberes, honesto y desinteresado, tolerante y amable. Enseñó en la escuela primaria, fue un modelo a seguir para los demás, hizo un trabajo sobresaliente, tenía melocotones y ciruelas fragantes, fue respetado en todo el país y elogiado por todos. Esta lápida fue erigida para conmemorarlo para siempre.