1. Al dividir ladrillos, la parte inferior debe colocarse sobre algo más duro que los ladrillos, como un yunque, para que los ladrillos se rompan fácilmente.
2. Utilice una sierra para metales o, preferiblemente, una sierra de alambre para hacer una hendidura delgada en la superficie del ladrillo, pero no la corte, y luego rellénela con el polvo de ladrillo aserrado.
3. Calienta los ladrillos hasta que estén rojos, luego rocía un poco de agua adecuadamente y aparecerán grietas en ellos.
4. Remoje los ladrillos en una solución ácida o alcalina con anticipación y luego séquelos al sol.