"Cisne Negro" de Darren Arnofsky es una película que despierta fácilmente el deseo de interpretación de la gente. Una historia con una trama extremadamente simple e incluso estereotipada, pero que detrás encaja con muchos arquetipos de la cultura occidental, y al mismo tiempo apunta a un nivel de significado muy rico.
En un sentido directo, "Black Swan" es una versión moderna de la antigua historia de arte y locura. El arte no es sólo un regalo para la humanidad, sino también una maldición involuntaria. En la búsqueda de ideales artísticos perfectos, hay muchos ejemplos de artistas que se pierden o incluso se vuelven locos. Desde los antiguos oráculos griegos hasta Van Gogh y Gauguin, dos famosos mártires del arte moderno, Nina en "El cisne negro" reproduce estos antiguos arquetipos de la historia del arte. En las películas modernas, la influencia y la relación intertextual entre "Black Swan" y "Black Swan" es el clásico de Hollywood de 1948 "Red Ling Yan": en la película, una niña a la que le encanta bailar se pone un par de zapatos de baile rojos. El baile continúa y la belleza muere; fuera de la pantalla, hay un final loco en el que la actriz que interpreta a la niña tiene que elegir entre el arte y el amor, y finalmente se ve obligada a suicidarse. Como dice el proverbio occidental, la mitad del hombre es un ángel y la otra mitad es un demonio. Dividir la naturaleza humana en dos es una forma dualista típica de cognición. En la era religiosa, se predicaba que la divinidad del hombre debería vencer a la humanidad. En los tiempos modernos, la gente se ha dado cuenta de que tanto los ángeles como los demonios son dos lados del mismo cuerpo escondidos en la naturaleza humana, y es importante mantenerlos en equilibrio. En "Cisne Negro", la locura del arte se refleja a través del desequilibrio de estos dos aspectos de la naturaleza humana. Al inicio de la película sólo se muestra el lado angelical de la humanidad de Nina. Ella es sensible, frágil, vulnerable, pura como una niña, en una infancia bajo la supervisión de su madre es reservada y comedida; Dependiendo de sus habilidades, es un candidato natural al cisne blanco. Para interpretar a Black Swan, tuvo que sacar a relucir el otro lado de sus instintos (que en la película está representado en gran medida a través del sexo y la seducción) y hacer que ambos lados sean igualmente poderosos. Para interpretar a los cisnes blancos y negros al mismo tiempo, tenía que ser a la vez una niña y una adulta; una virgen casta y una puta, cuidadosa moderación y audaz indulgencia. Nina es demasiado frágil y la enorme tensión entre estos dos aspectos de la naturaleza humana pronto la desgarra. Se vuelve loca, pero su arte ha alcanzado un éxito sin precedentes;