La octava conciencia es la conciencia de Alaya. De hecho, todos los seres sintientes y todo el mundo están presentes en él, como un espejo que puede reflejarlo todo y al que no se le escapa nada. Por lo tanto, transformar la conciencia en sabiduría es encontrar este gran espejo redondo de sabiduría.
La razón por la que no podemos cambiar esta sabiduría es porque nuestro apego es principalmente apego a nosotros mismos. Tenemos la idea de nosotros mismos y nos gusta especialmente cierta escena en el espejo, por eso desarrollamos un amor persistente, por eso tenemos la apariencia de la reencarnación. Si realmente puedes realizar la transformación de tu propio karma, podrás ser libre y liberado.
Un punto más, la octava conciencia no es definitiva. Es sólo una aplicación de la naturaleza pura y es lo mismo que las primeras siete conciencias.