Los beneficios económicos, en pocas palabras, significan que las empresas obtienen la máxima producción con un mínimo de insumos ahorrando trabajo social en el proceso de producción e intercambio, u obtienen más resultados con el mismo insumo. Implica la eficiencia del uso de los fondos, es decir, la eficacia de comparar los gastos con la producción real. Cuando se reduce la ocupación de capital de una empresa, se reducen sus gastos y aumentan sus resultados útiles de producción, decimos que sus beneficios económicos son buenos. El beneficio económico es un indicador clave para evaluar el desempeño general de las actividades económicas. El beneficio económico de una empresa generalmente se mide mediante la relación entre el valor bruto de producción y el costo de producción, es decir, beneficio económico = valor bruto de producción/costo de producción.
Sin embargo, no es fácil mejorar la eficiencia económica de las empresas, porque las actividades de producción y operación involucran muchos vínculos complejos y muchos factores que influyen. Para realizar una evaluación integral y precisa, es necesario construir un sistema de indicadores multidimensionales e interrelacionados para evaluar el desempeño comercial de la empresa desde varios ángulos.
Mejorar la eficiencia económica tiene una importancia de gran alcance. En primer lugar, puede mejorar la competitividad de las empresas en el mercado y permitirles mantener sus ventajas en el feroz entorno empresarial. En segundo lugar, contribuye al uso eficiente de los recursos para satisfacer las crecientes necesidades materiales y culturales de la sociedad. Finalmente, para las empresas estatales grandes y medianas, mejorar la eficiencia económica es un paso clave para mejorar la fortaleza nacional integral del país, estabilizar la posición dominante de la propiedad pública y demostrar las ventajas del sistema socialista.
En general, los beneficios económicos son una medida importante del funcionamiento exitoso de una empresa y del desarrollo de la economía nacional. Sólo optimizando la asignación de recursos y mejorando la eficiencia de la producción se pueden mejorar verdaderamente los beneficios económicos.