Hay que admitir que el fenómeno de la "imitación interna" sí existe en las actividades estéticas. Las actividades estéticas implican tanto actividades psicológicas complejas como actividades fisiológicas complejas que se basan en las funciones fisiológicas y psicológicas de los órganos humanos, especialmente como una especie de imitación interna imaginal, es decir, imitar al sujeto como objeto en la imaginación. Por ejemplo, cuando el escritor francés Flaubert habló de su experiencia creativa al escribir la novela "Madame Bovary", señaló que cuando el protagonista de su obra se suicidó, el propio autor pareció oler el olor a arsénico. Los psicólogos también han descubierto que después de ver películas de suspense, muchos espectadores no sólo sienten fatiga en los ojos y el cerebro, sino también en las extremidades y el cuerpo, e incluso su inmunidad disminuye. Estos ejemplos demuestran que las actividades de imitación interna fisiológica y psicológica son comunes en las actividades estéticas.
La "teoría de la imitación interna" de Guru Si y Fulong Li analiza en profundidad algunas características importantes y leyes inherentes de las actividades fisiológicas y psicológicas en el proceso de apreciación estética, lo cual es de cierta importancia para la investigación en profundidad sobre psicología estética. Tiene un significado positivo y también tiene un lado racional. Sin embargo, la "teoría de la imitación interna" atribuye la esencia y el origen de la belleza sólo a la imitación interna fisiológica, exagera unilateralmente su papel y luego confunde el placer fisiológico con la belleza, distorsionando o incluso negando el contenido objetivo y la naturaleza social de la belleza. Por tanto, la verdadera naturaleza de la belleza no puede revelarse.