H. H. Stern (1992: 208) divide la cultura en dos conceptos, amplio y restringido, basándose en la estructura y categoría de la cultura. Cultura en sentido amplio significa cultura con una C mayúscula, y cultura en sentido estricto significa cultura con una C minúscula. En términos generales, la cultura se refiere a la suma de riquezas materiales y espirituales creadas por los seres humanos en el proceso de desarrollo social e histórico. Incluye tres aspectos: cultura material, cultura institucional y cultura psicológica. La cultura material se refiere a las diversas civilizaciones materiales creadas por los seres humanos, incluido el transporte, la ropa, las necesidades diarias, etc., y es una cultura institucional explícita visible y una cultura psicológica se refiere a sistemas de vida, sistemas familiares, sistemas sociales y formas de pensar; y la religión respectivamente. Las creencias y los gustos estéticos pertenecen a una cultura oculta e invisible. Incluyendo literatura, filosofía, política y otros aspectos. La cultura en sentido estricto se refiere a los hábitos sociales comunes de las personas, como la alimentación, la vestimenta, la vivienda, el transporte, las costumbres, los estilos de vida, las normas de comportamiento, etc.