Debes tener un buen ritmo al realizar ejercicios aeróbicos y no debes ir demasiado rápido. Los aeróbicos de ritmo rápido no sólo no hacen ejercicio, sino que también sobrecargan fácilmente la cantidad de ejercicio. La investigación científica ha demostrado que la sobrecarga de ejercicio no solo cansa fácilmente a las personas, sino que también reduce la función inmune del cuerpo, lo cual es dañino para el cuerpo.
Además, el ritmo de los aeróbicos es demasiado rápido y es fácil que los practicantes de aeróbicos no logren seguir el ritmo. De esta forma, los movimientos no se pueden completar bien, provocando movimientos inadecuados y lesiones deportivas. Además, un ritmo demasiado rápido puede sobrecargar fácilmente los músculos de los practicantes de aeróbic, lo que provoca fatiga, lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan torceduras, esguinces y otras lesiones deportivas.
Al realizar aeróbic, el practicante debe controlar la velocidad, intensidad, número de repeticiones, número de grupos, intervalo de tiempo, etc. de los movimientos del ejercicio en función de su propia forma física y resistencia. Después de realizar una serie de movimientos rápidos, realice ejercicios finales relajantes para regular los latidos del corazón y la respiración. Los principiantes, aquellos sin experiencia en ejercicio, pacientes con enfermedades crónicas y personas mayores de mediana edad deben sudar un poco, sentirse un poco cansados y tener una frecuencia cardíaca de aproximadamente 130 latidos/min después de cada ejercicio. El tiempo total de ejercicio no debe exceder. 1 hora. Con la mejora del nivel de ejercicio y la condición física, la intensidad del ejercicio y la cantidad total de ejercicio se pueden aumentar adecuadamente, y la frecuencia cardíaca máxima no debe exceder los 150 latidos/minuto.
A la hora de realizar aeróbic, conviene elegir ropa y calzado deportivo adecuados para la práctica aeróbica. Antes de realizar ejercicio conviene preparar todas las articulaciones, ligamentos y músculos del cuerpo para adaptarse al ejercicio. Durante el entrenamiento, preste atención a la flexibilidad de las articulaciones de la rodilla, respire de manera uniforme y no contenga la respiración. Mantenga un estado de ánimo feliz, esté mentalmente concentrado, tenga posturas correctas y movimientos precisos para garantizar la calidad y eficacia de sus ejercicios. Si tienes sed, puedes reponer agua en una cantidad adecuada, siguiendo el principio de pequeñas cantidades y muchas veces. Después del ejercicio, debes realizar algunas actividades de limpieza para que gradualmente todas las partes del cuerpo estén en un estado de tranquilidad y luego descansar durante al menos 20 minutos antes de bañarte y comer. Los pacientes crónicos deben hacer ejercicio bajo la supervisión de un médico.