Este tema ha atraído la atención de los científicos, porque la investigación sobre este tema ayudará a comprender el impacto del entorno espacial en el sistema nervioso central humano.
Ya en 1973 y 19744, los científicos de la NASA habían estudiado este tema en el "Sky Laboratory", pero no obtuvieron resultados satisfactorios.
En octubre de 1984, astronautas estadounidenses y canadienses realizaron conjuntamente experimentos científicos espaciales en el transbordador espacial "Challenger". Uno de los experimentos tenía como objetivo revelar el misterio de los cambios de gusto en el espacio. El astronauta canadiense Marc Garneau midió sus sabores salado, ácido, dulce, amargo y otros antes del despegue, durante el vuelo y después del aterrizaje del transbordador espacial. Teniendo en cuenta que los nervios olfativos del cuerpo humano también influyen en el gusto, Garneau también midió su olfato en estas tres etapas para detectar vainilla, zumo de limón, menta verde y agua purificada. El diseño experimental fue muy minucioso.
Desafortunadamente, este experimento tampoco logró revelar el confuso misterio del gusto en el espacio. Por el contrario, algunos científicos creen que la razón por la cual este misterio no ha sido revelado durante mucho tiempo es por problemas con los métodos experimentales. Debido a que el sentido del gusto de las personas varía de persona a persona, es cuestionable si los datos medidos por los astronautas individualmente son confiables y universales.
Los antiguos astronautas soviéticos también se encontraron con el problema de los cambios de gusto en el espacio. Debido a que trabajan en el espacio durante cientos de días, los cambios en el gusto los afectan aún más. Por lo tanto, los científicos de la antigua Unión Soviética llevaron a cabo investigaciones más detalladas y profundas con sus avanzados medidores de gusto electrónicos midieron los cambios en el gusto de los astronautas en el espacio, pero tampoco llegaron a una conclusión clara.
Dado que todavía no hay resultados experimentales convincentes, los científicos sólo pueden hacer varias especulaciones sobre el misterioso cambio del gusto en el espacio. La mayoría de los científicos creen que, en condiciones de ingravidez, la sangre del cuerpo humano fluirá hacia arriba, congestionando la cavidad nasal y debilitando los nervios gustativos. Algunos científicos creen que el flujo de aire dentro de la cabina del transbordador espacial es diferente del que circula en tierra, lo que es la verdadera causa del cambio en el gusto de los astronautas. Algunas personas incluso especulan que la ingravidez afecta la secreción de saliva en la boca de los astronautas, lo que resulta en cambios en el gusto.
Dado que el misterio de los cambios de sabor en el espacio aún no se ha revelado, la NASA sólo puede confiar en proporcionar más condimentos para ayudar a los astronautas a mejorar el sabor de la comida espacial.