Mal desempeño laboral: los errores frecuentes, la falta de seriedad y la actitud laboral inadecuada en el trabajo pueden hacer que los empleadores tengan una sensación de desconfianza en los empleados y, en última instancia, decidan despedirlos.
Violación de las reglas de la empresa: Los empleados que violen las reglas y regulaciones de la empresa, como filtrar información confidencial de la empresa, irse sin autorización, aceptar pedidos de clientes sin autorización, malversar fondos públicos, llegar tarde y salir temprano, etc. resultar en el despido.
Capacidad insuficiente: Si un empleado no logra el desempeño esperado por la empresa y la capacidad demostrada no cumple con los requisitos de contratación de la empresa, también puede ser motivo de despido.
Conflictos internos: existen agravios personales, exclusión mutua, desunión y otros problemas entre los empleados dentro de la empresa, lo que resulta en importantes conflictos laborales. Esta situación también puede llevar al despido de los empleados.
Objetivos inconsistentes: Cuando la empresa amplía su negocio o ajusta su estrategia, exige que los empleados transfieran puestos de trabajo o reajusten los objetivos en consecuencia. Si los empleados no pueden adaptarse a este cambio, también puede ser motivo de despido.
En resumen, cada empresa tiene diferentes requisitos y estándares para los empleados, y habrá diferentes motivos para los despidos en diferentes ocasiones. Como empleado, debe prestar atención a mejorar su propia calidad y habilidades, hacer todo lo posible para lograr un excelente desempeño laboral y evitar ser despedido.