El récord mundial de salto con pértiga es de 6,22 metros.
El saltador con pértiga sueco Duplantis elevó el listón hasta los 6,23 metros tras completar fácilmente 5,62 metros, 5,82 metros y 6,02 metros en la competición de la Diamond League 2023 en Eugene, EE.UU. Esta altura es un centímetro superior al récord que estableció en el Juego de Estrellas en Clermont-Ferrand, Francia, en febrero de este año. Duplantis, que se encontraba en excelente forma, afrontó el récord mundial y lo saltó, estableciendo por séptima vez un nuevo récord mundial en esta prueba.
La competición formal de salto con pértiga se inició a finales del siglo XIX, cuando aún se utilizaban pértigas de madera. En 1905, el atleta estadounidense George Ballmer saltó con éxito 4,02 metros en la competición de la American Amateur Athletic Union en Nueva York, lo que supuso el primer récord mundial en salto con pértiga. Desde entonces, a medida que la tecnología ha seguido avanzando y los materiales con pértiga han seguido mejorando, la altura del salto con pértiga también ha seguido aumentando.
Historia del proyecto
El salto con pértiga se originó cuando los humanos antiguos usaban palos, lanzas y otras actividades para superar obstáculos. En el año 554 d.C., había un juego de cruzar el río en Irlanda.
En 1789, el alemán Busch saltó 1,83 metros, el resultado más antiguo documentado en el mundo. En 1843, el británico Roper cruzó 2,44 metros en Penrith.
En los primeros años, los postes en Europa estaban hechos todos de madera, con una horquilla de hierro de tres puntas instalada en el extremo inferior del poste. En aquella época, el salto con pértiga se llamaba escalada con pértiga. Los atletas insertan un poste de madera en el suelo, trepan rápidamente a lo largo del poste y, cuando el poste está a punto de volcar, cruzan el travesaño, de ahí el nombre. En 1890 se prohibió el salto con pértiga.
En la competición de salto con pértiga de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896, el jugador estadounidense Hoyt utilizó una pértiga de madera para saltar 3,30 metros y ganó el campeonato.
A principios del siglo XX, la gente descubrió que las pértigas de bambú eran resistentes, ligeras y elásticas, y constituían una buena herramienta de salto con pértiga, por lo que en las competiciones oficiales se utilizaban en lugar de pértigas de madera. Esta reforma mejoró significativamente el rendimiento deportivo. En los 30 años transcurridos entre 1912 y 1941, 10 personas en Japón utilizaron postes de bambú para establecer nuevos récords mundiales 16 veces. En 1948 se probaron postes de fibra de vidrio.