Las relaciones amorosas en público, que están permitidas por la ley y la ética, ciertamente no pueden considerarse privacidad. Esta publicidad significa que puede hacerse pública y no será criticada por la opinión pública. Esto no debe revelarse en un pequeño círculo entre unos pocos buenos amigos, sino presentarse al público. Su edad, estatus e incluso condiciones familiares estarán restringidas.