Si alguien difama a tu ídolo, no te apresures a responder o criticar, y no “respondas a la violencia con violencia”. Y sé indiferente o incluso ignora lo que dicen los trolls. Si los trolls dicen algo que infringe el orden, puedes quejarte con el administrador de la web. Después deberás apoyar y acompañar a tu ídolo para que tenga el valor suficiente para enfrentar la violencia online.
El bosque es grande y hay todo tipo de pájaros. Los trolls están por todas partes y siempre les gusta difamar a los ídolos de otras personas. No hay razón, solo porque les resulta divertido. Las quejas no harán perder demasiado tiempo. Pero como dice el refrán, una palabra amable te calienta durante tres inviernos, pero una mala palabra te hace daño durante seis meses. No se debe subestimar la violencia verbal. Cuando vemos que nuestros ídolos son criticados y troleados, no debemos apresurarnos a contraatacar. Debemos ser más conscientes de que nunca debemos responder a la violencia con violencia y usar lenguaje para criticarlos en Internet. No sólo no tendrá ningún efecto, sino que también traerá mala suerte a nuestros propios ídolos.
De hecho, un número considerable de jóvenes son muy sensatos a la hora de perseguir estrellas, no siguen a ciegas y siguen y aprenden de las ventajas de sus ídolos. Entonces, lo que tenemos que hacer es seguir apoyando a nuestros ídolos, contarles más sobre sus propios puntos brillantes y acompañarlos a través de la violencia en línea. También debemos seguir aprendiendo de los ídolos, seguir sus ejemplos y aprovechar sus fortalezas. En cuanto a los trolls de Internet, es mejor ignorarlos y dejar que se las arreglen solos. Si nadie se preocupa por ellos, naturalmente lo encontrarán aburrido y se retirarán.
La mayoría de las veces que te gusta un ídolo es porque te enseña cosas que antes no entendías, y sus brillantes atributos son los que quieres poseer. El mejor apoyo no es ser fanático, sino conservar las cualidades que te gustan y hacer saber a los demás que las personas que los apoyan son un grupo de personas trabajadoras. Tenemos nuestros ídolos favoritos, así que dejemos que las calumnias de los demás se conviertan en nuestra motivación. No avergüences a tus ídolos y no te desprecies.