Una serie de disturbios sociales comenzaron en Londres, la capital británica, el 6 de agosto de 2011. La causa de los disturbios fue el asesinato de Mark Duggan, un civil negro de 29 años, por parte de un oficial de la Policía Metropolitana en Tottenham, al norte de Londres, el 4 de agosto de 2011. La gente salió a las calles para protestar contra la brutalidad policial. El 9 de agosto de 2011, los disturbios se extendieron a las principales ciudades de Inglaterra, como Birmingham, Liverpool, Leeds y Bristol.