Todos dedican su juventud al pueblo. Quizás siente que el valor de su vida puede reflejarse mejor en esa posición. Un soldado revolucionario mueve un ladrillo donde hace falta. A veces no puede decidir adónde ir. No importa dónde te asignen para trabajar, debes hacer bien tu propio trabajo. Cuando él entre al campamento militar, ya no es suyo. Si te gusta, apóyalo en silencio y déjalo tener. No te preocupes. Es una pena poner fin a esta carrera militar.