El 18 de abril de 1906, un terremoto e incendio en San Francisco, Estados Unidos, provocaron la destrucción de más de 500 manzanas, dejando muchos lugares por reconstruir. El número de muertos aumentó de 500 a 700. Alrededor de cientos de personas desaparecieron, miles resultaron heridas y la gente en toda la ciudad pasaba hambre. El daño económico causado se estimó entre 350 y 500 millones de dólares.