El suspenso del encendido de la antorcha del acto inaugural se reveló a medianoche. Después de más de 100 días de transporte, la llama olímpica de Río procedente de Olimpia, Grecia, llegó al Estadio Maracaná. Con todo el público mirando, Van de Lima, medallista de bronce masculino en el maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas, encendió el pebetero. La llama olímpica arde intensamente bajo el cielo nocturno de Río de Janeiro, brillando intensamente en todas direcciones.