El organismo principal que impulsa la confianza de las entidades del mercado generalmente se refiere al gobierno y a los responsables políticos relevantes. Sus políticas y acciones pueden afectar directamente la confianza de las entidades del mercado (como empresas, inversores e individuos), afectando así el desempeño general del mercado.
Por ejemplo, el gobierno puede estabilizar el crecimiento económico, mejorar la transparencia del mercado, reducir los riesgos del mercado y aumentar la confianza de las entidades del mercado mediante la implementación de políticas monetarias prudentes, políticas fiscales proactivas y la promoción de reformas estructurales. Además, el gobierno también puede mejorar la comprensión y las expectativas de los participantes del mercado sobre las políticas y el entorno del mercado publicitando y explicando las políticas para mejorar su confianza.
Al mismo tiempo, las propias entidades del mercado también necesitan aumentar su confianza y adaptarse a los cambios en el entorno del mercado y aprovechar las oportunidades del mercado mejorando su competitividad, capacidades de innovación y capacidades de gestión de riesgos.