El final de la historia de los tres monjes es que ninguno tiene agua para beber. El último bebió agua y se divirtió. Llegó otro monje y los dos monjes llevaron agua y bebieron juntos, divirtiéndose. El tercer monje vino y bebió el agua, pero no fue a buscarla. Cuando los dos primeros monjes vieron que el último monje no iba a buscar agua, tampoco fueron a buscarla. Como resultado, no había agua para beber. .