El final de la segunda parte de "La felicidad del jefe" es:
El jefe decidió llevar a Lele de regreso a Shuncheng para vivir con él por un tiempo, para que Mei Hao podría tener una buena luna de miel. El jefe caminaba por el andén de la estación de tren con Lele. De repente, Lele sacó el pato mandarín dorado y se lo dio al jefe. El jefe miró el pato mandarín dorado y felizmente descubrió que él y Lele eran la pareja perfecta. Tarareó "La felicidad es llovizna". Llevando a Lele de regreso a casa.
Aspectos destacados del drama:
La manifestación más obvia de la felicidad del jefe es que todavía puede tener un profundo apego a su ciudad natal y a su familia, que es la "rotura de huesos". Mantente fuerte, si tú eres feliz, yo seré feliz".
La familia y la sangre son las relaciones éticas más naturales. Viviendo en un mundo moderno donde las relaciones éticas tradicionales han caído en desorden y es imposible reconstruir nuevas relaciones éticas por un tiempo, nos resulta difícil no hacerlo. envidiar la felicidad del jefe.
Pero si prescinde de la felicidad del jefe que proviene de vínculos familiares específicos, encontrará que la felicidad del jefe apunta a la felicidad de las personas y de todos los que lo rodean, y a vivir en armonía con ellos.