Desde la antigüedad, los héroes nunca están solos, sólo los vencedores dejan sus nombres. Napoleón tiene un dicho famoso: "Dios siempre está del lado de los fuertes". Independientemente de si la gente lo critica o duda de él, Yeltsin mantuvo firmemente el poder, no se conmovió ante lo que decían los demás y jugó con el poder en la feroz lucha política.
Yeltsin era bueno para aprovechar oportunidades, hacerse con el poder sin luchar, subir al trono presidencial y cerrar el espectáculo a tiempo para ganar fama y fortuna. No importa cómo se mire, se le puede considerar un súper maestro político de la táctica política.