Cómo afrontar los conflictos en la gestión de clases

De hecho, primero deberías estar feliz, porque a partir de ahora estarás expuesto a problemas de gestión de equipos antes que los demás. Esto es lo que enfrentarás cuando ingreses a la sociedad en el futuro. ? Resolverlo bien te brindará una experiencia en la vida, que te dará una ventaja sobre los demás en futuras competencias. Por tanto, el dicho "El cielo os dará grandes responsabilidades" no es sólo un texto, sino una verdad real.

Por supuesto que hay que solucionar el problema. La clave depende de la actitud de su escuela o de su profesor de clase sobre el uso de los cuadros de clase, así como del ambiente en su clase. Si la escuela y el maestro tienen una mentalidad abierta y usted está seguro de que lo está haciendo muy bien, puede sugerir completamente que el maestro lleve a cabo elecciones de cuadros en toda la clase, y al menos dé un paso atrás y realice una revisión democrática. de la calidad general de la clase. Los niños de esta edad tienen una autoestima muy fuerte. Nadie quiere que los demás digan que no son buenos y nadie quiere ser "bombardeado" por sus compañeros desde su posición de cuadro de clase. Bajo la presión de la supervisión masiva, a cualquiera le irá bien siempre que tenga motivación y autoestima.

También es necesario tener una buena relación con ellos, ser tolerante pero no indulgente y tener confianza. Tal vez subestimes el papel del líder del escuadrón, o tal vez tus dos compañeros subestimen aún más sus responsabilidades. Debes respetarlos en términos de poder. No dejes que sientan que les estás instruyendo, pero déjales sentir que eres un líder. Tu unidad puede influir en la dirección de una clase. Cuando se tiene poder y sentido de pertenencia, cualquiera puede desempeñar sus funciones de manera responsable.

El conflicto no es la mejor manera de resolver el problema, pero si tus esfuerzos sinceros no son recompensados, puedes consultar la primera sugerencia: este es tu prestigio. Por cierto, cuando se trata de prestigio, es muy importante. Pero esto proviene del reconocimiento de los demás, no de los propios sentimientos. El prestigio no se gana con tácticas duras como la seriedad y la reprimenda, sino con trabajo duro. Siempre que seas justo y equitativo en el manejo de los asuntos de clase y no uses el poder para abrumar a los demás, tus compañeros de clase te respetarán y apoyarán.