El propio Abe ha dicho que se encuentra mal de salud y que ha estado en tratamiento, por lo que no puede retrasar el trabajo del gobierno.
Además de las razones anteriores, pueden existir las siguientes razones:
1. La economía nacional se ha visto afectada por la epidemia.
En condiciones de desarrollo normal, Japón tendrá una vida muy próspera este año. Este año, China, Japón y Corea del Sur promoverán una zona de libre comercio. Una vez que las negociaciones sean exitosas, Japón debería ganar mucho. Como país insular, Japón no es muy extenso y carece de diversos recursos. Se puede inferir que depende en gran medida de recursos importados. El establecimiento de la zona de libre comercio le ha brindado a Japón oportunidades de desarrollo.
Además, Japón es el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de 2020, lo que mejorará la popularidad de Japón en el mundo y dependerá de la promoción de los Juegos Olímpicos para dar forma a la economía de marca del país y aumentar los ingresos fiscales de los Juegos Olímpicos; Los juegos como oportunidad de negocio atraen mucha especulación. Cooperar con los inversores para formar un enorme mercado de inversión, aumentar la capacidad de consumo y estimular la economía. Sin embargo, debido a la epidemia, ambas oportunidades se perdieron, especialmente los Juegos Olímpicos. La enorme inversión en la etapa inicial era celebrar los Juegos Olímpicos según lo previsto. Por lo tanto, el retraso de los Juegos Olímpicos no sólo resultó en un pasado irrecuperable. costes, pero también la posibilidad de compensación. Esto hizo que Shinzo Abe perdiera la confianza primero.
2. En Estados Unidos: la prevención y el control de la epidemia colapsaron y la estrategia electoral puso a Abe en un dilema.
Se puede ver en varios juegos financieros entre China y Estados Unidos que Trump en Estados Unidos sigue en desacuerdo con el gobierno chino. La ubicación geográfica de Japón determina que Japón inevitablemente será incapaz de escapar del atolladero de la lucha en el juego chino-estadounidense. Este es el mismo principio que la Unión Soviética y Estados Unidos lucharon por China durante la Guerra Fría. En el juego entre China y Estados Unidos, Abe se adhiere al principio de permanecer indeciso. Si China y Estados Unidos se deterioran, Japón debe optar por tomar partido. Esto no es lo que Abe quiere ver.
Es más, la prevención y el control de la epidemia en Estados Unidos han colapsado. Chuan Jianguo está tratando de trasladar los conflictos internos al extranjero para evitar que la atención del público se centre en el vergonzoso fracaso de la política epidémica del presidente.
Punto final: la Abenomics está a punto de caer del altar.
La razón sigue siendo la epidemia, que ha provocado el aplazamiento o incluso la cancelación de los Juegos Olímpicos nacionales. Las primeras inversiones y la producción económica nacional pueden volverse negativas. Abe apenas pudo soportarlo más.